2016-05-30
EL EURÍBOR QUE VIENE
El euríbor mutará a medio plazo. La decisión está tomada por las altas esferas financieras europeas. Este tema está dando
mucho de qué hablar y no es para menos. Ante el inconcreto horizonte, en este artículo se aborda la fórmula del remozado
euríbor. Se recogen explicaciones de un experto español que conoce de primera mano cómo se está gestando el cambio y
que prefiere mantener el anonimato. “No se está haciendo un nuevo índice. Lo que se está diseñando es una nueva
metodología de cálculo actualizada”, aclara. “La denominación del euríbor plus se utilizó para hablar del proyecto de
reforma. También se usó el calificativo 2.0, pero el indicador es el mismo. Se publicará a la misma hora y por las mismas
vías”, insiste, para después justificar la modificación: “Desde 1999 (cuando nace el euríbor) hasta 2016 muchas cosas han
cambiado en los mercados financieros”.
“La metodología de cálculo se ha quedado obsoleta”, sostiene. Recuerda que el G‐20 encargó un estudio al Financial
Stability Board (FSB) hace años. “El FSB hizo un análisis de los índices mundiales y dio recomendaciones sobre el euríbor,
al que hay referenciados 180 trillones de euros en préstamos. Es un índice muy crítico y hay que cuidarlo, hay que intentar
que sea sólido porque de él depende parte de la estabilidad financiera”, apunta. Atendiendo a los consejos del FSB, los
administradores del euríbor están buscando cómo adaptar su cálculo. Hoy el índice se estima con operaciones
interbancarias entre entidades de primera fila. Es decir, a qué precio están dispuestas a prestar a otro banco de similar
nivel. “Este sistema tiene debilidades al no fundamentarse en operaciones reales. Además, se apoya sólo en el mercado
interbancario. Así se financiaba la banca en 1999”. “Ahora, las vías de un banco para fondearse son muchas más. De ahí
que las modificaciones van en la línea de abrir la fuente (de información) de referencias para calcular el euríbor”. “Con el
nuevo método, se mirarán las observaciones del día anterior, las operaciones ya contratadas”, aclara.
Otro aspecto que remarca este experto para que el índice sea sólido pasa por que haya bastantes entidades en el panel y
un volumen consistente de actividad. “Se habla de operaciones en el mercado mayorista en vez de interbancarias”. Alude,
en este sentido, a operaciones reales interbancarias con “corporates no financieros” (por ejemplo, depósitos con
empresas), con el “sector no oficial” (depósitos con el ICO o con el FROB) y emisiones de renta fija. “Ahora las entidades
mandan su contribución (interés al que prestarían) antes de las 10:30. El 15% de las cotizaciones más altas y el 15% de las
más bajas se desprecia y con el restante 70% se hace la media aritmética simple”, explica. Esta fórmula cambiará. “Los
bancos mandarán un interés (medio ponderado) y un volumen de negocio (operaciones mayoristas elegibles). El cálculo irá
de menor a mayor tipo de interés. Si la cifra de entidades es par, se utilizan los cuatro tipos del centro para sacar la media
aritmética. Si la cifra es impar, se usan los tipos de las cinco centrales”. En el panel hay 22 bancos (cuatro españoles:
Santander, BBVA, Caixabank y Cecabank), pero se está trabajando para que este número se incremente.
En principio, la idea era lanzar el euríbor bajo la nueva fórmula el 4 de julio de este año, pero no será posible. Es un
proceso muy complejo», manifiesta el experto. “Me inclino a que será más cerca de finales del primer semestre de 2017”,
dice. Este analista añade: “quiero ser optimista y pensar que la nueva metodología no tendrá un gran impacto y que el
euríbor seguirá cotizando a un tipo muy parecido. Se harán pruebas a partir de septiembre”. “En esa fecha, los distintos
organismos europeos, establecerán el impacto y comprobará si el índice resulta más o menos volátil”, señala. “Llegado ese
momento, si hay volumen suficiente en los puntos de curva y en base al resultado de ese ejercicio se tomará la decisión de
si se lanza o no el euríbor con la nueva metodología”, dice. “Si el impacto es inapreciable, todo irá para adelante. Si, por
contra, es grande, habría que sopesar muy bien qué hacer. Habría que pensar un plan b”.
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2016-05-03
La política monetaria del BCE ha llevado al euríbor a situarse en negativo. Esto implica que, si cae lo suficiente, los bancos
tendrían que pagar a sus clientes por esos préstamos. Como este periodo de bajos tipos se prevé largo, las entidades ya
han empezado a explicitar por escrito en las nuevas hipotecas que aunque el interés resultante sea negativo, el banco no
pagará al usuario. Así lo han desvelado en público esta semana entidades como BBVA y Popular. Al formalizar los nuevos
préstamos están aclarando que el tipo mínimo a pagar será del 0%. Es decir, están introduciendo una suerte de cláusula
cero. Con esta medida los bancos, pese a creer que el euríbor no caerá lo suficiente, se cubren las espaldas en los nuevos
créditos. El problema, no obstante, son los préstamos ya en cartera. Aunque los banqueros apuntan que la naturaleza
jurídica y la lógica económica impiden que el acreedor pague al deudor, no hay ninguna norma que lo impida. Así lo admitió
el viernes el consejero delegado de Bankia, José Sevilla. Por su parte, y como señalan también distintos diarios, el
consejero delegado del Popular, Francisco Gómez, comentó que “no nos parece lógico cobrar por los depósitos, igual que
no nos parece que se deba cobrar por los créditos que se dan. Lo razonable es que los ahorradores perciban algún tipo de
remuneración y que aquellas personas que piden crédito paguen algo por ello”.
España aún debe transponer a la legislación nacional una directiva sobre créditos hipotecarios que exige aportar cierta
información en el contrato hipotecario. En el caso de aquellos a tipo variable, una de esas exigencias es incluir el importe
máximo a cobrar, mediante una fórmula ya desarrollada por el supervisor (EBA) y que toma como referencia el índice más
alto – euríbor
– en los últimos 20 años.
(ABC. Página 40. 3 medias columnas. Sábado 30 de abril)
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